Como decía en la primera parte de este
post, lo primero es tener catalogados a los proveedores, conocerles, ver que
productos nos ofrecen….
Una vez que tenemos esto, debemos de
puntuarles, y aquí nos encontramos con numerosas posibilidades, desde aplicar
tablas ya estandarizaras hasta enviarles la típica encuesta con preguntas a modo
de examen…. En mi opinión la mejor opción es valorarles en función de aquellos
parámetros que la empresa compradora considera prioritarios. El resultado final
ha de ser un listado de proveedores clasificados de más a menos calidad de
suministro. (No olvidemos que en calidad de suministro también entra la
variable coste).
En tercer paso, es lógico, de nuestro
listado de proveedores, debemos eliminar a aquellos que presenten una menor
calidad y en su lugar incluir a proveedores nuevos con calidad más elevada.
Resultado: hemos elevado la calidad de nuestros proveedores.
Claro, todo esto es muy lógico y está
muy bien, pero dirás que no es fácil encontrar a nuevos proveedores con mejor
relación calidad-precio que los que ya teníamos…
Yo creo que si, que si podemos encontrar
mejores proveedores, y no solo que podemos, sino que debemos encontrar mejores
proveedores para la supervivencia a la larga de nuestra empresa. ¿Cómo?, hay
varias opciones, pero la que yo recomiendo es cambiar el concepto de “proveedor
total”, por el concepto de “proveedor-producto”.
Y aquí, es donde nos encontramos con la
pereza. Si este proveedor nos suministra tornillos, ¿Por qué voy a buscar otro
proveedor para un tornillo determinado?.... os cuento una anécdota que me pasó y
con ella os dejo por hoy. En cierta ocasión un proveedor de gestión de
residuos, me pasó una oferta por gestionar todos los residuos que generábamos,
en esta nueva oferta, nos reducía muy espectacular y significativamente todos
los costes de los residuos con relación a la competencia, todos…..menos el
residuo de aguas contaminadas, que era curiosamente el que más generábamos, que
lo subía apenas unos céntimos de euro el litro, pero bueno, los otros recortes
eran tan grandes…..que a priori, la nueva oferta parecía genial, pero cuando
hicimos cálculos, y comparamos costes y servicios, nos dimos cuenta que esta “oferta
maravilla”, no lo era tal y que a final de año, eran unos 1.500 € más. Un análisis
de 30 minutos nos ahorró 1.500 €.
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